El reto demográfico no se trata de un desafío local, ni nacional, es un desafío actual y mundial.

Muchos y diversos son los factores que generan y aumentan este fenómeno. El éxodo rural y por ende la aglomeración en las zonas urbanas, incrementa la realidad de muchas zonas y municipios que se enfrentan ya a la despoblación.

De hecho, según las últimas estadísticas en Navarra, 1 de cada 4 municipios está en riesgo de despoblación.  

 

¿QUÉ Y PARA QUÉ UN MAPA DE DESPOBLACIÓN?

El mapa de despoblación permite realizar un diagnóstico exhaustivo del nivel de riesgo de despoblación en cada uno de los municipios de Navarra. Este diagnóstico/análisis se realiza conforme a indicadores tales como: territorialidad del municipio, las dificultades de conectividad y transporte, la existencia de brecha digital, el déficit de servicios o la falta de tejido empresarial y de empleo de calidad, entre otras.

Tras una precisa identificación de la particularidad y globalidad de los municipios que sufren o pueden llegar a sufrir el fenómeno de la despoblación, se podrán establecer las políticas y herramientas para garantizar la sostenibilidad y puesta en valor de la calidad y calidez de estos municipios y sus personas.

Por destacar algunos de los efectos más comunes del fenómeno de la despoblación, estos pueden ser: baja densidad poblacional, el descenso poblacional continuado, la falta de población joven, el envejecimiento poblacional o la masculinización de la población, entre otros.

 

¿CÓMO SE MIDE LA DESPOBLACIÓN?

El Fondo Europeo de Desarrollo Regional, también conocidos como los Fondos FEDER, señala que aquellos municipios considerados como “despoblados” son o serán aquellos municipios que cuenten con una densidad poblacional menor de 12,5 habitantes por Km2 o bien aquellos municipios que haya perdido una media de al menos un 1% anual en los últimos 10 años.

En este mapa de municipios en riesgo de despoblación en Navarra podemos observar los 5 niveles de riesgo establecidos y definidos por los Fondos FEDER, de mayor a menor riesgo de despoblación: riesgo extremo, riesgo intenso, riesgo importante, en declive intenso y en declive moderado.

Tal y como se puede observar en el mapa, las zonas más castigadas del territorio foral son: la zona del Pirineo, prepirineo y comarca de sangüesa (Este de Navarra), así como zonas de Tierra Estella.

¿SE TRATA DE UN FENÓMENO NUEVO?

La despoblación de las zonas rurales no es algo que se haya iniciado en este siglo, viene de lejos, concretamente su inicio se dio en los años 50-60. La búsqueda de nuevas oportunidades y servicios básicos hizo que las personas fueran optando por las urbes para poder vivir, experimentando estas un crecimiento poblacional continuo. Este crecimiento poblacional de las ciudades se ha ido experimentando progresivamente, existiendo además éxodo de ciudades pequeñas a ciudades grandes. La búsqueda de oportunidades laborales, mayores servicios básicos o cambios de estilo de vida están detrás de este reto demográfico existente. El mundo globalizado articula grandes ciudades como núcleos centrales de la producción, logística y venta, copando gran parte de los recursos existentes.

¿QUÉ CONSECUENCIAS GENERA?

  • La despoblación y el reto demográfico es una de las principales fuentes de desigualdad que experimentan aquellos municipios que sufren la pérdida de servicios básicos, la brecha digital, el empleo de calidad y la falta de conexiones de transporte. Esto genera que la población tenga un acceso desigual a cuestiones que deben de ser básicas.

  • Destrucción del relevo generacional y el empleo de calidad. Los entornos rurales que padecen la despoblación, sufren cada vez más la falta de relevo generacional en las actividades económicas que realizan, el aumento de los costes del mantenimiento de sus actividades, lo que afecta en la precarización de muchos sectores de producción (como por ejemplo el sector agroalimentario).
  • Insostenibilidad medioambiental, económico y social.
  • Según los últimos datos disponibles del Banco Mundial, un 55,7% de la humanidad vive en un entorno urbano, cuando en el año 2000 lo hacía el 46,6%. La consecuencia más directa es el abandono del medio rural.

En ARETÉ ACTIVA podemos ayudarte a definir un diagnóstico de situación de manera exhaustiva y teniendo en cuenta la participación de todos los agentes locales del territorio para definir conjuntamente palancas de cambio y herramientas para abordar de manera eficiente y sostenible el desafío de la despoblación.