Te explicamos en detalle las 4 fases a través de las cuáles acompañamos a nuestra clientela a aterrizar, de forma práctica y realista, su compromiso con la igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres.

Hace más de 10 años que uno de nuestra clientela, del sector social, nos propuso acompañarles a definir su proyecto de igualdad. Un proyecto que les permitiera incorporar la perspectiva de género en todos los servicios que prestaban. Para todo el equipo de ARETÉ ACTIVA, éste fue un hito importante, el de materializar nuestra visión y formación en materia de igualdad a través de un proyecto respaldado por un compromiso real de la dirección y sus equipos.

Desde entonces, son muchas las empresas, de diversos sectores, tamaños y con diferentes ubicaciones geográficas, nos han permitido acompañarles a identificar su punto de partida y recoger su compromiso para con la igualdad de oportunidades por medio de un Plan de Igualdad

Las fases en el diseño e implantación de un plan de igualdad

Hemos aprendido, de la mano de nuestra clientela, que un Plan de Igualdad es mucho más que un plan. Es una forma consciente y voluntaria de gestionar el cambio y la transformación de la organización. Un avance en la incorporación de la perspectiva de género en la totalidad de la cultura y estructura de la organización.

Como siempre decimos, la igualdad ha venido para quedarse. De hecho, entre los objetivos de desarrollo sostenible se recoge el objetivo 5 que alude directamente al compromiso para lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.

Acompañar desde el respeto, la personalización y bajo una comunicación fluida y periódica,  nos ha permitido conocer de una forma más amable el contexto y las necesidades reales de nuestra clientela. 

A pesar de que el procedimiento a seguir siga unos estándares, la manera de hacerlo siempre es diferente. Las personas que conforman la organización y a través de quienes escuchamos las necesidades y expectativas en materia de igualdad, marcan la diferencia.

Parece sorprendente, pero es así, cómo un proyecto de igualdad de empresa puede llegar a impactar en otras esferas de las personas que conforman la plantilla. Esferas como la formación, el desarrollo personal, el reconocimiento, familia, pareja, entorno de amigos/as, etc.

Compartimos a continuación y de forma resumida las 4 fases que llevamos a cabo en el diseño e implantación de un Plan de Igualdad.

#FASE 1. Precalentamiento. Sensibilizar en materia de igualdad y establecer las bases e hitos del proyecto.

Como todo precalentamiento, en este momento lo que hagamos o dejemos de hacer, tendrá un impacto directo en el resto del “partido”, hay que movilizar las articulaciones, estirar los músculos, escuchar las zonas que “tiran” más y preparar al cuerpo para entrar en acción. En esta primera fase, además de explicar, detallar la propuesta y definir los objetivos y cronograma conjuntamente con la empresa cliente, buscamos poner el foco a través de acciones de reflexión y sensibilización en materia de igualdad que ayuden a tomar mayor conciencia, entender y dar sentido a las siguientes fases.

En estas acciones de reflexión y sensibilización compartimos y conversamos sobre alguno de los conceptos clave de igualdad, tales como: igualdad entendida como equidad, segregación de tipo vertical y horizontal y conceptos como brecha salarial, techo de cristal, corresponsabilidad, entre otros. Conceptos que se apoyan en recientes estudios y que aterrizamos en función del sector profesional en el que se enmarca la empresa a la que estamos acompañando.

Es importante también durante esta primera fase recabar toda la información y documentación necesaria para elaborar posteriormente el diagnóstico de igualdad, es decir, el punto de partida de la organización.

Y también, atendiendo al nuevo marco normativo, conformar y constituir la Comisión Negociadora, quién participará de las sesiones de negociación y acuerdo del Diagnóstico y Plan de Igualdad.

#Fase 2. Conocer de forma exhaustiva y a través de diversas fuentes cuál es el punto de partida. Diagnóstico de igualdad.

Una vez hayamos recabado y contrastado toda la información y documentación necesaria, internamente procederemos a diseñar la propuesta de borrador del diagnóstico de situación de la empresa en materia de igualdad. En este documento recogemos las fortalezas y áreas de mejora observadas en la organización con respecto a los ámbitos analizados.

Ámbitos como:

  • clasificación profesional e infrarrepresentación femenina,
  • procesos de selección y contratación,
  • formación,
  • promoción profesional,
  • condiciones de trabajo,
  • ejercicio corresponsable de los derechos de la vida personal, familiar y laboral,
  •  retribuciones y
  • salud laboral, entre otros.

Esta propuesta de borrador de diagnóstico se contrasta y valida con la Comisión Negociadora designada para ello.

Durante esta fase, en respuesta al marco normativo de aplicación, se procede a realizar la valoración de puestos de trabajo y posterior auditoría retributiva con el objetivo de contrastar si la fórmula igual puesto = valor es de aplicación en la organización. Es decir, el objetivo de este trabajo es el de identificar si existieran o no diferencias retributivas en mujeres y hombres que desempeñan las mismas funciones en la organización.

#Fase 3. Acompañar a definir el compromiso de la organización con la igualdad. Plan de Igualdad

Acordado el punto de partida de la organización en materia de igualdad, procedemos a elaborar la propuesta de Plan de Igualdad. Documento que recoge los objetivos y compromisos de la organización con respecto a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres así como la propuesta específica de medidas a implantar en el marco temporal de vigencia (no superando los 4 años).

Entre las medidas más frecuentes destaca la formación y sensibilización en materia de igualdad a la persona o grupo de personas que realizan los procesos de selección y/o a personas con responsabilidad e incluso a toda la plantilla. O medidas asociadas a buscar un equilibrio en la presencia de mujeres y hombres en toda la estructura organizativa.

Al igual que en la fase anterior, la propuesta borrador del Plan de Igualdad se contrasta y valida con la Comisión Negociadora designada para ello.

#Fase 4. Un plan real, que se lleve a cabo. Sistematizar el seguimiento y evaluación del Plan de Igualdad

En la última fase del proceso y no menos importante, acompañamos a la organización a establecer cuál va a ser su sistemática para asegurar que su compromiso con la igualdad, a través del Plan de Igualdad, va a llegar a buen puerto.

Esto se lleva a cabo en base a un modelo de seguimiento de implementación de medidas, vinculadas a indicadores de resultado y proceso, así como un compromiso por parte de la Comisión Negociadora para reunirse de forma periódica y evaluar qué ha pasado con respecto al proyecto inicial.

¿Te interesa contar con una asistencia técnica que te acompañe a definir el proyecto de igualdad de tu empresa de forma práctica, dinámica y en cumplimiento con la normativa?

Contáctanos a través del siguiente formulario web: https://www.arete-activa.com/formulario-plan-de-igualdad/

o directamente en el 948 199 613