En la actualidad, y ya desde hace unos años, se ha experimentado como la participación debe de ser una de las cuestiones troncales dentro de los proyectos de carácter público, pues permite recoger las inquietudes, necesidades y aportaciones de la ciudadanía. Por ello, es ya muy común que en proyectos de distinta índole se incorpore la participación en el proceso, bien en el diseño y planificación, o en la evaluación y seguimiento de estos.

De esta forma, se intenta acercar los procesos públicos a la ciudadanía, con el objetivo de garantizar la recogida de aportaciones de las personas destinatarias del proceso, que permitan aumentar su impacto y legitimarlo.

No obstante, este boom de los procesos participativos se ha realizado de manera algo forzada, derivando en muchas ocasiones en una falta de diseño de las técnicas de participación, de los objetivos que se desean conseguir o simplemente de las características de la población a la que irá dirigida la participación. Por lo que la inclusión de la participación se reduce a una falsa legitimación del proceso donde no se cumplen las expectativas de la ciudadanía, traduciéndose esto en un hartazgo generalizado de la población a participar en estos procesos.

Por ello, a continuación se tratará la importancia del diseño metodológico en los procesos de participación ciudadana:

¿Cómo debe escogerse la metodología y técnicas de participación para un proyecto?

La primera premisa importante que debe de haber es que no hay metodologías superiores, sino que estas deben de escogerse en función de unos criterios que se muestran a continuación.

La naturaleza del proyecto: hay proyectos que por su tipología deben de incluir la participación de una manera transversal, y para ello debe de diseñarse una recogida de información detallada a través de técnicas que así lo permitan.

Los resultados que se pretende obtener: esta cuestión es fundamental, pues será el aspecto central del diseño metodológico y la elección de las técnicas a utilizar, siempre teniendo en cuenta que se deben de cumplir unos mínimos cuando se incorpora la ciudadanía a los procesos, para otorgar calidad al mismo y no crear falsas expectativas a las personas participantes.

Las características de las personas participantes: tamaño del grupo, edad, conocimiento de la materia a tratar, son algunas de las cuestiones que hay que abordar para diseñar de la mejor manera el proceso participativo y escoger la técnica idónea para la obtención de información.

¿De qué técnicas de participación disponemos?

Hay numerosas técnicas y dinámicas de participación, que en función de los criterios previamente considerados podrán adaptarse mejor al proyecto. Todo ello con el objetivo transversal de incorporar los beneficios de la participación al proyecto. A continuación, se tratarán las más comunes y extendidas, analizando sus ventajas e inconvenientes. Estas son: las entrevistas, los grupos focales y las encuestas.

  1. Entrevistas

Dinámica sobradamente conocida y que puede tener distintas variantes en función de la tipología de la misma, así como el grado de información y detalle que se quiere obtener. En general, son útiles para recopilar información detallada tanto a nivel técnico como de opiniones o experiencias de las personas a entrevistar. El objetivo general debe de ser el confort de la persona a entrevistar, pues esto permitirá obtener una información de calidad y desarrollada.

Las entrevistas se clasifican fundamentalmente en tres: entrevistas estructuradas, semiestructuradas y abiertas.

Las entrevistas estructuradas consisten en un conjunto de preguntas específicas previamente diseñadas y que deben de abordarse según el guion establecido preestablecido, secuenciado y dirigido. Están compuestas de preguntas cerradas, no permitiendo posibilidad a la persona entrevistada de réplica. Este tipo de entrevista suele ser efectiva para la recogida de información muy concreta.

Las entrevistas semiestructuradas son un tipo de entrevistas que recogen preguntas abiertas, previamente escogidas para dar respuesta al objetivo que se pretende conseguir, y que dan la posibilidad de realizar matices, entrelazar temas y ampliar algunos de los tratados a lo largo de la entrevista. Es una de las formas más efectivas, tanto por la calidad de la información obtenida como por la satisfacción de las personas entrevistadas. Puede utilizarse esta modalidad a lo largo del proyecto.

Las entrevistas abiertas carecen de un guion previo y existe únicamente ciertas nociones sobre el tema a tratar, por lo que la entrevista se va construyendo sobre la marcha conforme a las respuestas que se van dando. Requiere para ello gran preparación por parte de la persona entrevistadora para detectar aquellas temáticas de interés, así como de las que se traten en la entrevista, para poder sacar el máximo partido a la misma. Suele utilizarse de manera prospectiva al inicio de los proyectos para obtener información general y valiosa de la temática a abordar.

De todas las formas pueden realizarse en distintos formatos (presencial o telefónica-online), siendo más propicia la presencialidad para aquellas que requieran de una mayor involucración de la persona entrevistadora.

  1. Grupos Focales

Los grupos focales es una técnica de participación que consiste en reunir a un pequeño grupo de personas (8 a 12 personas) cuidadosamente seleccionadas para discutir y trabajar sobre un tema en particular, dirigido por una persona dinamizadora que controla las temáticas a abordar. Suelen utilizarse para conocer las actitudes y opiniones de las personas sobre un tema específico, siendo útiles para comprender profundamente un tema en particular y para la obtención de información cualitativa.

Es fundamental en el diseño de estos grupos focales la selección de agentes clave que participarán, pues marcará el tipo de información que se podrá obtener, así como la profundidad y detalle de la misma.

Esta técnica puede incorporar a su vez distintas dinámicas a realizar durante la sesión que permitan cumplir con el objetivo marcado (contraste de la información obtenida previamente, generación de ideas, análisis de la viabilidad de las acciones identificadas, etc.).

Las principales ventajas de esta técnica es su flexibilidad (por eso es tan utilizada), la obtención de información cualitativa de calidad y la participación e interlocución directa de las personas asistentes. En cambio, presenta ciertos inconvenientes como el menor detalle de la información obtenida (en relación a otras técnicas), la posible limitación de ciertas personas a dar su opinión en ciertos foros o la gestión de distintos puntos de vista sobre una misma temática.

  1. Encuestas

Técnica de participación bastante extendida y que consiste en recopilar información de un gran número de personas, sobre temáticas de distinta índole, pudiéndose extraer conclusiones cuantitativas posteriormente.

No obstante, esta técnica suele ser utilizada en la práctica sin un diseño riguroso (muestreo, representatividad de la población, forma de recogida de la información, etc.), por lo que la validez y fiabilidad de la información obtenida es en muchos casos limitada. Por ello, se recomienda que, si no está elaborada desde un diseño y elaboración rigurosa, no sea considerada la información obtenida como la cuestión principal del proyecto sino como una forma de contraste de este.

Como el resto de las técnicas, hay variantes según la estructura de la encuesta, el tipo de preguntas y la obtención que se quiera obtener, siendo muy generalizada la encuesta online como forma más económica y que permite llegar a un mayor número de personas.

En conclusión, los procesos participativos deben de diseñarse de manera clara y en base a los objetivos que desean obtener, siendo estos más que la simple legitimación del proceso de cara a la justificación del proyecto. Y, para ello, debe de haber una adaptación y flexibilidad en las técnicas convencionales en función del objetivo que se haya marcado.

Siendo fundamental en la totalidad del proceso participativo la comodidad de las personas participantes, la obtención de información de calidad y el ajuste de expectativas del proceso al proyecto elaborado.

 

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